Andrés y José, dos hombres de fe
A fines de noviembre del 2012 llegaron a nuestro programa Deseado Revista, sin anunciarse, como ocurre con los amigos, Andrés y Nuncio Randisi, provenientes de las misiones salesianas en Luanda, Angola. Minutos después y de la misma manera, llegó José Plescia, conductor de Una Luz en el Camino. ¿Casualidad? Como no creo en las casualidades, les propuse dialogar frente al micrófono.
Les pregunté por qué eligieron una vida de servicio a los demás. Plescia dijo: "creo que es una elección pero mas que una elección es un llamado. Creo que coincidimos con Andrés en que es un llamado. Dios te eligió para que lo ayudes. Hay mucho por hacer en este mundo, es un mundo que sufre, la gente sufre y tenemos que llevar alivio, un poco de paz, hacer cosas por tanta gente, como dije antes, a veces la vida no ha sido muy buena con algunos y creo que podemos entre todos ayudar".
Randisi fue categórico al señalar: "No es una elección personal. Es un llamado y Dios llama a todos los seres humanos... Algunos se dan cuenta que Dios los llama y dicen que si, se compromete y siguen. En la vida matrimonial por ejemplo se celebran las fiestas, bodas de plata, bodas de oro, etc., en la vida religiosa también. Es, diría yo, un canto a la fidelidad, un canto al amor, un canto a la vida, este hecho de comprometerse y seguir, darse para los otros".
"Es la vida, realmente. Te sentís de maravilla porque sentís que estas siendo útil, que estás ayudando a Dios y ayudando a la gente; yo contaba aquí que ya soy un jubilado y sin embargo sigo haciendo este trabajo porque es muy gratificante aunque tenemos que luchar", agregó José Plescia.
Andrés recordó "cuando hace como cuarenta años el superior me dice: “vas a ir a un pueblito de la Patagonia, triste, que no tiene nada, los muchachos y las chicas cuando salen de la escuela no tienen nada porque los clubes funcionan poco, etc., etc.,” ¿pensaba yo que hoy estaría aquí con ustedes? No, es Dios que te llama. Obedecés y seguís, y ahora mirás para atrás los 50 años o toda la vida, y José dirá lo mismo, y decís ¿cómo? ...si yo nunca pensé todo esto pero ahí está".
"En algún micro voy a contar lo que estuve escuchando aquí de la conversación de Andrés y su hermano que fue muy linda. Me encanta cuando encuentro gente que trabaja por amor hacia los demás.Andrés decía que a veces uno siembra y no ve los frutos; no importa. Yo estoy plantando arboles en mi casa y hace poco que la tengo y posiblemente yo no voy a ver nunca los frutos, no lo sé, Dios sabrá pero no importa, vos plantás para que otro pueda aprovecharlo", agregó Plescia.
"Qué lindo que es ser pobre, pero no pobre porque no tiene nada sino desprendido y confiar en la Providencia. Hay que trabajar como corresponde pero con la confianza en Dios, en lo que él va diciendo en la vida. Eso es lo más lindo, te hace libre. ¡Ser libre! Y no ser esclavizado por cualquier ideología, no, ser libre. No puede un partido político esclavizarme ni nadie ni nada, ser libre, entonces eso es lo que te ayuda a volar, a avanzar, a dormir con la pata suelta de noche. Voy a tener el día de mañana un cafecito, no sé, Dios dirá pero vamos para adelante entonces desprenderse y olvidarse de si mismo. Para mi no hay otro secreto. Confiar en la Providencia. Pablo volaba porque vivía del espíritu... entonces en la cárcel podía escribir todo eso pero era el espíritu que llevaba él. Y así tenemos que hacer nosotros", reflexiona Andrés con un tono de voz más alto que el habitual.
"Estoy completamente de acuerdo con Andrés. Yo creo que el gran problema del ser humano hoy es su vacío interior. Aquellos que tienen fe, aquellos que confían en la Providencia realmente viven mejor, estadísticamente incluso. Esta demostrado que entre la gente que cree en Dios y que practica su fe hay muchos menos divorcios, es raro encontrar que los hijos usen drogas o sean delincuentes. Ser un cristiano practicante nos ayuda a vivir con éxito, a vivir bien, a vivir en paz y no sólo pensar en esta vida que es corta sino tener una esperanza que trascienda las fronteras de esta vida", finalizó José Plescia.
En el mismo pasillo de FM Desiré donde hace cuatro años habíamos vivido una escandalosa escena de pugilato entre dos funcionarios públicos, dos misioneros de distintas iglesias, en un encuentro no previsto ni organizado, nos hablaron de la fe, del amor, de la esperanza, de la Providencia. Y comprendimos que es cierto: muchas veces Dios escribe derecho sobre líneas torcidas.
Mario dos Santos Lopes
libro RECUERDOS DEL PRESENTE, Ediciones culturales EL ORDEN
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